Una de las personas más cercanas a Amy Winehouse acaba de revelar al diario británico The Mirror que la cantante vivía en un desenfreno total al grado de gastar en drogas y alcohol cerca de $1,600 diarios.
Quien dio a conocer esta información fue el estilista de la intérprete, mismo que solía salir de fiesta con ella hace un par de años, mismo que asegura que Amy le salvó la vida al pagarle la rehabilitación.
Paradójicamente, la cantante, quien falleciera do de causas aún no reveladas, nunca pudo vencer la batalla contra sus adicciones, motivo por el que su padre, el también músico Mitch Winehouse, comentó durante el funeral de su hija que piensa crear una fundación para ayudar a los farmacodependientes.
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