Casi 14 horas de música. El Tigo Fest 2012 concluyó la madrugada de ayer, a solo 15 minutos de las dos de la mañana. El público, satisfecho con sus artistas, y agotado de los largos intervalos de espera, regresó a casa entre el frío y las tinieblas de la noche.
Atrás quedaron el calor veraniego de una jornada adrenalínica, que sacudió las emociones de los que se dieron cita en el Cementos Progreso, el sábado anterior.
Los últimos en salir, después de una accidentada presentación de Enrique Iglesias, fueron los puertorriqueños Wisin y Yandel, y el baladista mexicano Alejandro Fernández.
Los boricuas pisaron el escenario a las 11:30 de la noche, después de una fría y larga espera por sus ídolos.
Pese a las molestias, los extraterrestres levantaron al público y los hicieron bailar con su candente repertorio.
Entraron, por su puesto, con Abusadora, para seguir con Aguanta, Algo pasó, El teléfono, Aprovéchalo y Racata.
La gente no solo movió sus cuerpos al ritmo de los sonidos urbanos del dúo, también cantaron a todo pulmón cada uno de los temas interpretados. Los móviles no dejaron de trabajar durante el festival, por horas registraron todo lo que ahí ocurría.
Hay que reconocer que el show ofrecido por los caribeños fue muy superior al del españolete de moda. Sin embargo, Enrique dio mucho de sí en el escenario.
Si a algunos les hacía falta un ritmo más festivo y sacudirse el cansancio con baile intenso, lo lograron con los puertorriqueños Wisin y Yandel.
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